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jueves, 14 de enero de 2016

Vacaciones... sustentables??



VACACIONES!!! POR FIN!!! El verano ya está entre nosotros, y -con él- el momento más esperado por muchos: algunas personas tenemos en esta época la oportunidad de tomarnos una pausa y darnos una vuelta por algún lugar turístico.
Pero a la hora de pensar nuestro descanso, hay varias cosas que debemos tener en cuenta, sobre todo si pensamos que la conciencia ambiental no se toma vacaciones!
A muchos nos encanta viajar y conocer nuevos lugares pero hemos de considerar que a menudo el turismo, sobre todo si es masivo, tiene impactos muy negativos sobre el ambiente: implica por un lado un consumo masivo de materias primas para la comodidad de los turistas (agua, madera…), en ocasiones en países que carecen de las mismas; involucra asimismo una contaminación del aire, del agua y la destrucción de la biodiversidad en zonas de gran presión turística. También puede tener impactos negativos sobre las poblaciones y sus culturas.
Afortunadamente, existen diversas formas de viajar y es posible hacer turismo sustentable; éste se basa sobre las nociones de intercambio y respeto: respeto hacia las poblaciones, hacia su cultura, y hacia el ambiente.

Entonces cabe preguntarse, ¿qué tipo de vacaciones elijo? La lógica consumista se ha instalado también en el mundo de los viajes y el turismo. Con frecuencia, “consumimos” sitios turísticos, como si estuviéramos coleccionando una postal del lugar que visitamos, pero no nos tomamos realmente el tiempo para conectarse con el sitio, con su gente y el entorno natural.
Una de las primeras preguntas que surge es: ¿dónde voy? ¿necesito irme muy lejos? Pensar vacaciones de proximidad puede ser una buena opción; lamentablemente es bastante frecuente que nos cruzamos un océano para explorar iglesias y museos pero ni siquiera conocemos las que hay en nuestra propia ciudad. Redescubrir mi entorno más próximo, visitar los atractivos turísticos –históricos y naturales- que ofrece mi ciudad, mirar con nuevos ojos la arquitectura, los parques, los monumentos, nos puede ayudar a descubrir un mundo que estamos tan acostumbrados a ver que realmente no vemos.
La movilidad es otro tema vital al momento de planificar las vacaciones; siendo que el transporte es uno de los grandes responsables de las emisiones de gases de efecto invernadero, será bueno evaluar este punto. El avión resulta el medio más contaminante por lo que si hemos de volar, procuremos que sea por una larga y provechosa estadía. Viajar en transporte público o compartir el auto pueden ser opciones que minimicen nuestro impacto. Y, por supuesto, está la opción de viajar en bici!!!
Al momento de pensar el alojamiento, puede ser interesante evitar las grandes cadenas hoteleras y optar por pequeñas posadas, que nos permitirán un mayor contacto con las personas del lugar y favorecen el desarrollo local. Otras alternativas muy interesantes y sustentables son las que encontramos en sistemas como Couch surfing (alojarse en el sillón o espacio disponible de una persona o familia local) o aquellas que permiten intercambio de casas.
En esta instancia, como en tantas otras, es muy importante tratar de ser coherente y procurar que nuestro consumo de bienes y servicios durante las vacaciones responda al estilo de vida que queremos, en armonía entre los seres humanos y el ambiente.
Bien, entonces ya tenemos fijado dónde y en qué nos vamos y dónde nos alojaremos… Listos para partir!! Antes de salir de casa, es conveniente asegurarse de desenchufar todos los aparatos electrónicos y así evitar un gasto innecesario de energía; también podemos corroborar q todas las canillas estén bien cerradas.
Ya en el lugar de vacaciones, vamos a prestar especial atención a llevarnos nuestra propia basura cuando visitamos playas, ríos o montañas. Es importante también no remover plantas ni alimentar a animales de la zona, actitudes que a veces minimizamos pero que tienen un fuerte impacto en el ecosistema.
Antes de volver a casa, siempre compramos algún recuerdo o regalos para familia y amigos; en este caso, es importante no comprar productos que estén hechos con partes de animales o plantas, especialmente si están en peligro de extinción. Siempre es mejor no comprar cosas “made in China” sino optar por productos artesanales, pagando un precio justo.
Ahora bien, más allá de estos consejos, es importante comprender que, cuando hablamos de sustentabilidad, no sólo se trata del cuidado del ambiente, sino que el equilibrio comienza también por nosotros mismos. Por eso es recomendable darnos tiempo para relajarnos, para relacionarnos con el entorno en que estamos veraneando y compartir con las personas que tenemos al lado. El tiempo de vacaciones no puede ni debe transformarse simplemente en otra fuente de estrés.