Día del Árbol

El Día Mundial del Árbol, también llamado Día Forestal Mundial, fue inicialmente una recomendación del Congreso Forestal Mundial que se celebró en Roma en 1969. Esta recomendación fue aceptada por la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) en 1971. En 1840 Suecia fue el primer país del mundo que instituyó un día dedicado al árbol. Era la muestra de la toma de conciencia ante la importancia que tienen los recursos forestales, además de un compromiso por el cuidado de los árboles.

Siguiendo la tradición que importaron los pioneros suecos, en 1872 también se adoptó el día del árbol, que fue emulado por otros países. Los árboles regulan la temperatura, purifican el aire, contribuyen a regular las lluvias, protegen el suelo y albergan ecosistemas, sin olvidar su peso económico. Por ello, esta fiesta es el reconocimiento a los múltiples servicios que presta el árbol a la vida y a la actividad humana, además del puesto simbólico que ocupa en numerosas culturas tradicionales.

En la Argentina se celebra el 29 de agosto. Esta celebración se realizó por primera vez en 1901, luego de que el Consejo Nacional de Educación la estableciera el 29 de agosto de 1900, gracias a la iniciativa de Estanislao Zeballos.

Es en este marco que en el día de hoy realizaremos una Jornada Debate "Por una nueva cultura del Árbol" en el Aula Jaques Cousteau de la Universidad Libre del Ambiente a las 18 horas con la presencia de Matias Balverdi (director de la Documental poético Debajo de un árbol), José Giordano (Córdoba Bella) y Daniel Wuerich (Dirección de Espacios Verdes, Municipalidad de Córdoba). 

Te invitamos a participar  de la actividades que se desarrollan en diferentes partes de  la ciudad, o simplemente, planta un árbol porque ellos nos brindan multiples beneficios estéticos,  sociales, psicológicos:

• Mejoran el entorno del paisaje creando sensaciones de colores, olores, sonidos y formas.
• Dan sensación de escala con la construcción existente.
• Crean espacios confortables, generan sensación de cobijo, invitando a los peatones a trasladarse en épocas cálidas por veredas, o calles sombreadas.
• Dan dinamismo a las ciudades, rompiendo la monotonía, marcando la llegada o el fin de las estaciones.
• Proporcionan sensación de naturaleza en la ciudad, indispensable para el equilibrio psíquico de las personas.

 Beneficios ecológicos

• Aumentan la biodiversidad alojando insectos y aves.
• El número y la diversidad de aves de una ciudad está en función de la diversidad de árboles que tenga la misma.
• Cuando la densidad de árboles es coherente, se generan verdaderos corredores de  aves.

 Beneficios económicos

• Algunos organismos internacionales de crédito consideran el arbolado público como un bien patrimonial  de las ciudades.
• Disminuyen el gasto energético, ya que con el sombreo atenúan las temperaturas extremas entre 2 y 5 °C, fundamentalmente en las paredes  del oeste de los edificios.
• Disminuyen al gasto de mantenimiento de calles y veredas, ya que la sombra evita la dilatación y contracción brusca del cemento y el asfalto.

 Mejora el clima de la ciudad

• Por el proceso de transpiración, los árboles aumentan la humedad ambiente, generando así una sensación de “frescura ambiental” que contrarresta el concepto de “isla de calor” que poseen las ciudades. Un árbol puede transpirar 450 litros de agua por día.
• Una ciudad arbolada posee 10% más de humedad relativa que otra no arbolada.
• Disminuyen la velocidad del viento en alrededor de un 50%.
• Disminuyen la intensidad de las heladas.

Son una Pantalla visual y sonora

• Visualmente separan la ciudad del campo.
• En complejos de edificios, disminuyen la sensación de ahogo, creando cerramientos  virtuales que otorgan privacidad en forma natural. 
• Reducen el ruido, impiden que el sonido de los automóviles se refleje en las paredes de los edificios.
• Se utilizan como pantallas sonoras por la conocida propiedad de la madera de absorber ruidos, separando hospitales de rutas, fábricas, colegios, estaciones de trenes etc.
• En un bosque, se reducen 15 decibeles de sonido cada 10 metros. 

Disminuyen la contaminación atmosférica

• Reducen considerablemente la contaminación atmosférica por gases como el NO2, SO2, CO, etc. También son capaces de retener el material particulado y metales pesados producidos por la combustión de fuentes móviles o fijas
• Filtran el aire que proviene de la zona rural, captando partículas de tierra y agroquímicos nocivos para la salud.
• Un árbol pequeño capta 7,5 kg de partículas en un año.
• Captan macropartículas de elementos químicos contaminantes como dióxido y monóxido de carbono, dióxido de nitrógeno y azufre.
• En la ciudad de Davis, California, las playas de estacionamiento tienen la obligación de tener el 50% de la superficie arbolada, para así poder reducir 8% los contaminantes de los automotores.
• Un estudio de Chicago determinó que los árboles de esa ciudad consumieron en un año 17 toneladas de monóxido de carbono, 93 toneladas de óxido de azufre, 98 toneladas de dióxido de nitrógeno y 210 toneladas de ozono troposférico.
• Un árbol  urbano de 10 años produce 1,7 kg de oxígeno por hora  y en un día puede producir oxígeno para que vivan alrededor de 30 adultos.
• Un árbol adulto consume 2,350 kg de dióxido de carbono  por día.