Hoy, 12 de octubre, se conmemora el Día del Respeto
a la Diversidad Cultural; muchos sostienen que no hay nada que celebrar, de
hecho algunos toman el 11 de octubre como el último día de la libertad de
América.
Pero más allá de estos debates, y lejos del ofensivo
y discriminatorio nombre que otrora tuviera esta efeméride (Día de la Raza), se
busca promover en este día una reflexión
histórica, un debate y un diálogo intercultural, reivindicando a su vez los
derechos de los pueblos originarios.
En nuestro caso, creemos que es una buena
oportunidad para re-conocer a muchos pueblos originarios como portadores de saberes
y cosmovisiones que tienen una relación mucho más armónica con el entorno, la
naturaleza y la tierra.
No se trata de caer en posturas
románticas e idealizantes, porque de hecho también hay registros de civilizaciones
originarias que colapsaron tal vez por el consumo desmesurado de recursos
naturales. En esa línea va una de las hipótesis de la desaparición del imperio maya,
por ejemplo.
Pero lo cierto es que en general los
pueblos originarios tienen una visión mucho más integral del ambiente, del cual
se sienten parte sin lugar a dudas.
Baste pensar en la figura de la Pachamama,
deidad incaica que pervive hoy en los pueblos quichua y aymara, y que ha
penetrado en las poblaciones urbanas del norte y centro de nuestro país. Pero son
muchos los pueblos que partían de algo tan básico como considerar a la Tierra como
su Madre. Desde ahí, se desprende un sinfín
de consideraciones, actitudes, prácticas, etc. que ineludiblemente se asocian
con el respeto a la tierra, que por otro lado, se considera además como un ser
viviente. De aquí, se desprende de alguna manera que la tierra es de todos y no
es de nadie, no se compra ni se vende; como tampoco se pueden vender los cielos
ni las aguas, como diría el Gran Jefe Seattle en su famosa carta al presidente
de los Estados Unidos.
En este sentido nos interesa compartir aquí
también un video del líder indigenista brasileño Ailton Krenak. Se trata de una
entrevista que la Unesco le realizó en el marco del Proyecto 20 Ideas para
cambiar el mundo (Activar opción subtítulos en castellano).
Preguntas tan simples como las que
presenta Kreinak en su historia dan cuenta de un sentido común pasmoso, que
refleja un fuerte vínculo con la naturaleza y una noción de sustentabilidad que
supera con creces los discursos vacíos de muchos.
En fin, no se trata de hacer en este día
un rescate de museo, sino por el contrario tomar conciencia de que estas
culturas, estos saberes, están vivos, están entre nosotros. Y que en medio de la
crisis ambiental actual, que es también en gran medida una crisis de
pensamiento, es preciso apelar a nuevas racionalidades y que el mentado diálogo
de saberes puede y debe ser una realidad.
No hay comentarios :
Publicar un comentario