Residuos Electrónicos: ¿qué hacer con ellos?

Desde mediados del siglo XX, la innovación tecnológica se ha desarrollado como nunca antes. De esta manera, tecnologías que en algún momento eran caras, complejas y orientadas a un público determinado, hoy son baratas, sencillas y de fácil acceso para un gran público.

Este constante desarrollo tecnológico, sumado a la lógica del mercado, genera un permanente recambio de los artefactos eléctricos y electrónicos que se consumen de manera doméstica. La mayor accesibilidad por el abaratamiento de los costos y la oferta constante de “la novedad”, además del acortamiento de la vida útil del material, hacen que estos productos se tornen obsoletos con mayor rapidez.
Esta situación tiene un gran impacto en los dos “extremos” de la cadena productiva: por un lado implica un mayor consumo de recursos naturales para la fabricación de estos dispositivos, y por otro lado, en la disposición de los residuos que se generan al descartar estos aparatos.
Una vez cumplido el ciclo de vida (real o percibido), estos artefactos electrónicos se transforman en “chatarra electrónica”, siendo el destino más común en gran parte de nuestro país la disposición final en rellenos sanitarios o basurales.
En este punto, es importante destacar que parte de los RAEE (Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos) posee componentes considerados potencialmente “peligrosos”, por lo que una vez desechados inadecuadamente se transforman en residuos peligrosos.
Entre otros contaminantes, podemos encontrar metales pesados como cadmio, plomo y níquel, además de mercurio y plásticos bromados. Durante su vida útil, estos componentes son inofensivos, ya que están contenidos en placas, circuitos, conectores o cables pero, al ser desechados, reaccionan con el contacto del agua y la materia orgánica, liberando tóxicos al suelo y a las fuentes de aguas subterráneas, atentando así contra el ambiente y la salud de los seres vivos.
En nuestro país, cada argentino genera en promedio unos 4 kilos de RAEE al año, de acuerdo a las cifras citadas en el informe eWaste en América Latina, publicado por la Asociación GSMA. Según datos de la Universidad de las Naciones Unidas (UNU), la Argentina generó unas 440.000 toneladas de estos residuos en 2012, ubicándose en el tercer lugar en la región detrás de México y Brasil.
Ante esta situación, sin duda resulta fundamental generar una estrategia integral para la gestión de estos residuos que permita su disposición final adecuada o la reincorporación al proceso productivo en la medida de lo posible. Algunos sostienen que las empresas son responsables directas de la contaminación que producen los artefactos y elementos por ellas fabricados una vez que termina su vida útil. En muchos países, los fabricantes ya se están haciendo cargo del reciclado de sus propios productos, pero no es el caso de nuestro país.
Por todo esto es que la Secretaría de Ambiente de la Municipalidad de Córdoba viene llevando adelante la Campaña de Recolección de aparatos electrónicos, pilas y baterías en desuso, así como lámparas de bajo consumo, invitando a toda la ciudadanía a sumarse a ella. La población tiene así una oportunidad para deshacerse responsablemente de aquellos aparatos que ya no se utilizan; éstos son desguazados y sus materiales recuperados para su reciclado y/o eliminación de sus componentes.

La campaña está dirigida a pequeños generadores; los grandes generadores, por su parte, deberán disponerlos a su costo, conforme lo establece la normativa vigente.
Para la recolección de los RAEE, se ha dispuesto una serie de contenedores que están presentes frente al Palacio Municipal (Paseo Sobremonte) y en todos los CPC, excepto CPC Pueyrredón y CPC Mercado. De lunes a viernes, de 8 a 14hs se podrá acercar los RAEE llamado marrones (televisores, radios y videos, etc.) y los llamados grises (relacionados con la informática y la comunicación); no se recibirán los blancos de gran porte (lavarropas, heladeras, etc.). También es posible depositar en estos contenedores pilas, baterías y lámparas de bajo consumo.
Hasta el momento, los monitores, CPU, teclados, mouse, impresoras y celulares constituyen el mayor porcentaje de aparatos recibidos.